Basado en la Ciudad de México, Ernesto Azcárate crea piezas limitadas que capturan la ambivalencia de la transformación. Estas fotografías no son perfectas, más bien son la síntesis entre las fallas de los materiales y la sutileza de trabajarlos para convertirlos en aciertos. La celebración de lo imperfecto empuja los límites entre el diseño y la escultura. "Mi trabajo parte desde la mano inexperta y no especializada, donde todas las posibilidades convergen, abierto a la experiencia del momento. Aquí, las fallas y los aciertos son la expresión genuina, tomando una dirección que dará como resultado único la captura de ese instante dinámico. Pues, nunca dejamos de transformarnos; el resultado final es como una fotografía que inmortaliza ese breve y significativo momento."